He estado aquí por quién sabe cuánto tiempo, esperándote, suplicando a cada pestaña que te olvides de todo y empieces a guardarme en tu memoria para siempre, ¿Será a caso que te gusta jugar conmigo?, sí es así , te informo que no sé hasta donde soportaré las reglas del juego.
Esta noche me la he pasado en vela esperando a que llegue a mí la respuesta que tanto anhelo, ¿Cuánto, cuánto tiempo tengo que esperar? ¿Qué debo hacer para que te des cuenta que ella no es la indicada para ti?, y la voz en mi cabeza me repite: "Estás mal, ¿acaso no notas que él la ama? ¿No te has dado cuenta de que para él ella es su vida, motivo y razón? Y no importa cuando hagas él no te ama y no lo hará jamás, tú sólo eres su juguete, o mejor dicho, eres su motivo para querer jugar..."
¿Será eso cierto? Mi corazón me dice aguarda, sé paciente, él se dará cuenta de que no puede vivir ocultándole la verdad, que no hay mejor para él que tú..pero.. ¿Dónde quedo yo?, sentada, mirando al techo cada noche, sintiendo como mis ojos llenos de agua dulce se van cerrando y tú figura se dispersa poco a poco entre la oscuridad. ¿Acaso ella tendrá razón? ¿Será necesario dejarte de una vez, desaparecerme de tu vida e ignorarte para siempre? Y si eso no es suficiente, ¿Qué tendré que hacer?, volveré a mi cueva supongo, ahí escondidita, con aquellas letras entre mis manos, sonriendo como si no hubiera nada malo en mi vida, como si tu amor fuera mío.
He aprendido a aceptar mi derrota y a darme cuenta de que prefieres estar al lado de alguien que no sabe nada de tu vida y está bien, si así lo deseas, así será, pero deberás de darte cuenta que no estaré ahí cuando no puedas llenarla de lujos, cada vez que te averguenzes por vivir como lo haces, entonces, yo ya no estaré ahí. He jugado con mi corazón, he jugado con fuego y me he quemado; se dice que el agua calma el fuego pero mis lágrimas sólo parecen poder apaciguarlo por momentos, por segundos; quiero encontrar un camino que no sea el que me lleve a tu corazón, hoy renuncio por completo a ti y te dejo sólo aquellas palabra que nunca te dije...